Una aproximación a las mediaciones en el proceso de comunicación

 

En lo humano, la naturaleza y la cultura se entretejen; ya que como indica Heidegger (en Pérez Varela, 2013, pág. 20): “El hombre es el único ser que tiene a un ser como tarea”. Nacemos como parte de la especie «homo sapiens», pero nuestro ciclo vital discurre en un constante devenir que nos hace cada vez más humanos, a partir de la socialización y la cultura, que se convierten en elementos inmanentes de nuestras identidades individuales y colectivas. En este sentido, la comunicación “es un componente de los procesos de humanización” (Martín Serrano, 2009, pág. 247).

La comunicación es un proceso que nos permite interactuar y vincularnos con los demás, pero no es lineal y directo, sino que está mediado. Esto significa que entre los participantes existen elementos que permiten la creación, atribución y transformación de sentidos, funciones y significados, no sólo a los mensajes emitidos, sino al acontecer del propio proceso. Ya que la mediación implica un proceso que va de lo natural a lo artificial, es decir, con base en los objetos y fenómenos de la realidad se construyen imágenes fabricadas, que, si bien pueden naturalizarse al tener una base objetiva, no dejan de tener un componente artificial. Estas imágenes a su vez son creadas a partir de otras mediaciones que permiten la interpretación de la realidad objetiva.

Para Martín Barbero (1998, en Ruíz Marín, 2004):"Las mediaciones son los lugares de donde provienen las contradicciones que delimitan y configuran la materialidad social y la expresividad cultural"; esto es que en la comunicación desde la dimensión relacional se produce un intercambio de significaciones codificadas en una dimensión política de negociación que concretizan el acontecer de la vida social, a través de la expresión de valores, pautas de conducta, percepciones, ideologías, etc. (Cortés Osorno, 2006; Ruíz Marín, 2004). En tal virtud, el proceso de comunicación no culmina en la recepción y el receptor no es pasivo, ya que éste puede atribuir múltiples significados a través de sus contextos culturales e institucionales a los que pertenece, siendo este ejercicio interpretativo un ejercicio tanto cognoscitivo, como volitivo.

Por lo que, dentro de cada proceso de comunicación estamos ante la presencia de diversas acciones mediáticas que dotan de sentido y significado al proceso, así como delimitan las pautas de interacción a partir de valores y visiones de mundo de los participantes.

Referencias

Cortés Osorno, M. G. (2006). Comunicación Social. México: UNAM-ENTS-SUA.

Martín Serrano, M. (2009). La Teoría de la Comunicación, la vida y la sociedad. Recuperado el 6 de noviembre de 2021, de Intercom. Revista Brasileira de Ciências da Comunicação, 32 (1), págs. 245‐257.: https://eprints.ucm.es/id/eprint/13109/1/Martin_Serrano_(2009)_La_TC,_la_vida_y_la_sociedad.pdf

Pérez Varela, V. M. (2013). Argumentación Jurídica. México: Oxford.

Recasens Siches, L. (1939). Vida Humana, Sociedad y Derecho. Recuperado el 6 de noviembre de 2021, de Biblioteca Cervantes: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/vida-humana-sociedad-y-derecho-fundamentacion-de-la-filosofia-del-derecho--0/html/ff162690-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.htm

Ruíz Marín, E. (2004). "ver a las mediaciones simplemente como unidades nos hace caer en un error: la fragmenrtación". Una propuesta metológica para la investigación de las mediaciones. Recuperado el 5 de noviembre de 2021, de Punto Cero, 09(08), págs. 64-68: http://www.scielo.org.bo/pdf/rpc/v09n08/v09n08a11.pdf